miércoles, 30 de septiembre de 2009

Eyaculaciones precoces

La paja:


El elevadorista sube y baja

Planta alta

Planta baja


En la tarde

Vestido de blanco

Es expulsado por las compuertas


En las oficinas

los empresarios y el Kamasutra

en las manos

abren las piernas del mercado

y le dan hasta por el ano.

lunes, 14 de septiembre de 2009

El amor es más laberinto

Hey Jessica cómo estás linda. Sí hablaba para preguntarte si no has visto al Vic. Sí tu crees. Entonces sigue en lo del diplomado. Uy qué mala onda. Y tú que haces. Qué envidia. Ya no te quito el tiempo de tu aburrimiento… Pues sí quieres en la noche vamos a ir a casa de Pedro. Van la Pili, José, Fernando y toda la bola. Qué. Vienes… Yo pasó por ti. Sale. Hasta el rato linda.


Ay diario hoy es el día más feliz de mi vida. No me los vas a creer. Ni yo me puedo explicar esto. Pues ahí tienes que la pendeja de Pilar hizo una reunioncita en su casa y para variar terminó haciéndola de tapete y trapeador. Además de puta, alcohólica. O termina en un burdel o en oceánica. Pero no ocupemos tus preciosas hojas con esa tanga fácil. Te traigo una buenísima. Tú sabes cómo estuve esperando esa oportunidad, así que no iba a desaprovecharla. Me entallé con un vestido escotadísimo. Como un balcón para que todos se asomaran. Y sí. Luego luego Julian se puso como mariachi al pie de mi ventana. Claro que todo era muy discreto. Pero me decía cosas como esto va para largo espero verlas aquí hasta muy tarde. Abramos otra para seguir brindando por la amistad. Y yo intuía que en el fondo me decía nada más deja que esta zorra haga su numerito AA para soltar la lengua y la ropa y las ganas que ya me había aguantado. Estaba decidida a todo. Ya casi todos los invitados se habían ido. Los que quedaban estaban más bofos que el de un viejito. Apenas y nos dijimos algo. Sígueme -me dijo-. Y fue como si mis hormonas y el alcohol que las latigueaban se hubieran encendido al llamado de esa orden, como una manifestación encendida por los gritos del Peje. Me trepó al lavabo. Sacó su lengua como el criminal saca su navaja. Y me estuvo matando diario. Su lengua afilada. Partía mi sexo ya de por sí herido por la impaciencia y la lujuria. Mi humedad superaba a la del baño. Mis muslos temblaban. Mi cabeza se vencía. Su lengua perforaba y hacía de mi vagina una zona magnética que ya pedía el polo opuesto. Pero no. Me mantuvo entre la vida y la muerte. Negándome lo que más quería. Cuando ya de mi sexo salían chispas, me amordazo con su carne, me torturó. Me dejo muda. Me llevó a hablar con puros mugidos. Resbalé mis labios calientes como aros de fuego y atravesé el puente que me llevaba a la maraña de su vientre. Como maga lo ocultaba y lo aparecía. Su tacto se ha grabado en mi cuerpo que sólo recordarlo aviva lo que de aquello ha quedado. Diario espero que no te pongas celoso. ¿Eh? O debería de decir Diaria, porque estas palabras son caricias lujuriosas para tu piel vegetal. Me gustaría seguir complaciéndote, pero se hace tarde. Julián no tarda y cuanto estoy impaciente no puedo escribir. Otra vez será.

viernes, 11 de septiembre de 2009

El amor es más laberinto.

Querido diario:

Te pido mil disculpas por tenerte tan abandonado. Ya sabes que te dejo solito durante un rato…pero sólo es para regresar con más chismes…te van a encantar. Te acuerdas de Julián, el que no paraba de mirarme cuando nos vimos con Rebeca la última vez. Bueno, pues ya lo atrapó la insípida de Pilar. Qué le verá a esa zorra que ya se ha metido a casa de medio mundo. Está llena de estrías y las tetas las tiene como de mandril y no se diga de sus nalgas que todas se le fueron a esas piernas de pavo en engorda que tiene. Como la odio. Pero ya estoy a punto de darle una lección a esa puta esquinera. Hoy justo cuando entraba al departamento. Qué agradable coincidencia me tope con su galán. Y no lo vas a creer…vive tan cerquita que en una de esas me trepo como gata en el tejado y me resbalo directito a su cuarto. Ay diario te imaginas ser recorrida con esas manos como pinzas que aprietan mis muslos y los afirman mejor que cualquier rutina de gimnasio y brincar encima de él debe ser tan energetizante como una sesión de spining. Subiendo la montaña, pedaleando para subir hasta la cima montado en su bicicleta de 15 velocidades. Más despacito, muy muy lento y luego rápido, cambio de velocidad, sí muy rápido y con esfuerzo para llegar hasta la montaña. Ay diario no sé porque te cuento estas cosas. Bueno tú me comprendes y sé que no me juzgas. Qué contenta estoy. Siento que se nos vienes días muy i n t e r e s a n t e s.


Amiga te escribo este mail porque no sé que está pasando. Quién entiende a los pendejos de los hombres. Ahí andan de huele faldas, de baja tangas o eso quisieran y cuando les cumples sus fantasías más se hacen pendejos. No sé que hacer amiga. Ya sabemos que el vanidoso de Julián pela más al espejo que a una. Es que te acuerdas amiga de aquella vez. Qué buenos tiempos. De lo que se está perdiendo. Mira que Roberto no está nada mal. Además su casa de campo está padrísima, pero me da una hueva estar escuchando sus planes entre papeles y oficinas y licenciadillos bofos. Con Julián es diferente además de que me hace hasta morder la almohada siempre me tiene picada con sus misterios. Y aquí entre nos la sabiduría populacha no se equivocó ,eh. Ya les ha visto sus zapatos. Es que el tamaño sí importa. Espero tus sabios consejos. A ver si nos damos una chance para irnos de locas o ya aunque sea para sacarte de tu convento. Me tienes muy olvidada. Pero te quiero por open mind. Chiao.


-¿Qué gúey cómo va la onda con la Pilar?


-Pinche vieja es bien ensimosa. Me cagan las que traes aquí en la pinche oreja zumbándote de pendejadas y preguntas y qué qué hiciste y nos vemos el fin. No no mames, de hueva. Ya ando viendo qué pedo, cómo me safo.


-¡Estás cabrón! Rolala un rato ¿no? Vámonos de fin por ahí güey, de día de campo y nos hacemos unos sandiwich de jamón, yo pongo el chile, tú tu chile pasilla güey o de esos chiquitos güey cómo se llaman, y que ella ponga el relleno. Órale, nomas aguanta un leve.


-Pinche enfermo maniático sexual, qué pedo con la Jessica. Ya nada más la desinflaste y al basurero cabrón. No güey a dónde vamos a llegar. Las mujeres son más que un par de chiches güey o una cola. No te digo. El amor, el romanticismo, que una cena con velas, el camino de flores, un poema, la ternura ¿Dónde quedó todo eso?


-No mames güey. Pinche puto hablando de esquina. Cuantas viejas ya llevas este mes. ¿Y la teibolera? ¿Y la instructora del gym? ¿Y la amiga de Pilar? No mames güey te la cojiste en el pinche baño de su casa. Es que está biiiiieeennn buuuuena güey. Ches tetotas y un culote ay para cachetearlo hasta hacerlo llorar. Pinches viejas.

Eyaculaciones precoces

Bacante tu lengua saltarina

liba el néctar de la fuente

y en la pira de mi entrepierna baila.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Un escritor de los buenos.

Ahí tienen a un puto escritor ni tan jodido ni boleado. Escribía para un periódico bien revoltoso. Ahí trabajaba una nenorra con un peluchón bien crecido y brilloso. Daba gusto resbalarle la verga pegajosa y escuchar los crujidos de su maraña prieta. El muy puto como mal escritor que era no se atrevía a pedirle las nalgas. Yo una vez vi como la espiaba en el baño el muy joto. Yo digo que si era puto porque escribía unos cuentos bien cerdos sobre rucas con ojos en las nalgas y con labios de panocha en lugar de hocico. Es que también dibujaba el vato y la neta sí era bien mamón pero si les quedaban bien chingones los dibujos.

Una vez le conseguí que la morra se le bajara a los chescos. La neta sí estuvo bien cabrón. Pinche vato ni la puñeta se hacía güey. No mames se acabo el pinche mendrugo de hora de comer que nos daban y el vato seguía con la pirinola dándole vueltas aunque la morra le jalaba y le jalaba a la cuerda. No sí el güey yo creo que los pinches mecos ya hasta estaban mutando cabrón. Con pinches manos y todo el pedo. Pero tupido que le daba la morra. Y me acuerdo que una vez que me la trepé al cuarto de servicio que me reta la muy cabrona. Cuanto a que te corres con una talladita y que me mueve su lengua de pinche víbora. No pues sí me ganó la cabrona, pero a mi me fue chido ¿no? La neta que sí me había quedado con ganas güey. Por eso me la estaba curando cuando nomas no estornudaba el pinche escritor.

Hasta me regalo ese pinche cuadro. Está chingón. ¿No? Quién sabe la neta. El otro día me tope al Rubén y dice que ahora de a ratos anda haciendo pinches películas de marcianos y viejas con tres tetas y el planeta pito y chocha-pa y chale unas ondas bien extrañas. Así le hizo con la Chayo. La invitó a su casa y se la dio a pedazos, completa y pa llevar. La segunda vez que fue según habían quedado de ver una película y zas la pinche chayo empaquetándola para regalo, salivon de este lado más de este otro. Ya fue cuando el escritor le soltó el bisne. Con lo que el pinche tacaño había ahorrado en años se aventó todo el pedo de la película hasta con portada y el matorral de la chayo. Chingón. Quedó chingón. Ya después con más presupuesto de lo que le iban dejando iban entrando viejas de exportación. Dice esa morra que el güey ya ni escribe ni dibuja güey y que lo de las pornos es por mientras y para el desmadre. Me cae que nos estamos apendejando. Hay que pedirle chamba. O, ¿qué?