El elevadorista sube y baja
Planta alta
Planta baja
En la tarde
Vestido de blanco
Es expulsado por las compuertas
En las oficinas
los empresarios y el Kamasutra
en las manos
abren las piernas del mercado
y le dan hasta por el ano.
El elevadorista sube y baja
Planta alta
Planta baja
En la tarde
Vestido de blanco
Es expulsado por las compuertas
En las oficinas
los empresarios y el Kamasutra
en las manos
abren las piernas del mercado
y le dan hasta por el ano.
Hey Jessica cómo estás linda. Sí hablaba para preguntarte si no has visto al Vic. Sí tu crees. Entonces sigue en lo del diplomado. Uy qué mala onda. Y tú que haces. Qué envidia. Ya no te quito el tiempo de tu aburrimiento… Pues sí quieres en la noche vamos a ir a casa de Pedro. Van la Pili, José, Fernando y toda la bola. Qué. Vienes… Yo pasó por ti. Sale. Hasta el rato linda.
Ay diario hoy es el día más feliz de mi vida. No me los vas a creer. Ni yo me puedo explicar esto. Pues ahí tienes que la pendeja de Pilar hizo una reunioncita en su casa y para variar terminó haciéndola de tapete y trapeador. Además de puta, alcohólica. O termina en un burdel o en oceánica. Pero no ocupemos tus preciosas hojas con esa tanga fácil. Te traigo una buenísima. Tú sabes cómo estuve esperando esa oportunidad, así que no iba a desaprovecharla. Me entallé con un vestido escotadísimo. Como un balcón para que todos se asomaran. Y sí. Luego luego Julian se puso como mariachi al pie de mi ventana. Claro que todo era muy discreto. Pero me decía cosas como esto va para largo espero verlas aquí hasta muy tarde. Abramos otra para seguir brindando por la amistad. Y yo intuía que en el fondo me decía nada más deja que esta zorra haga su numerito AA para soltar la lengua y la ropa y las ganas que ya me había aguantado. Estaba decidida a todo. Ya casi todos los invitados se habían ido. Los que quedaban estaban más bofos que el de un viejito. Apenas y nos dijimos algo. Sígueme -me dijo-. Y fue como si mis hormonas y el alcohol que las latigueaban se hubieran encendido al llamado de esa orden, como una manifestación encendida por los gritos del Peje. Me trepó al lavabo. Sacó su lengua como el criminal saca su navaja. Y me estuvo matando diario. Su lengua afilada. Partía mi sexo ya de por sí herido por la impaciencia y la lujuria. Mi humedad superaba a la del baño. Mis muslos temblaban. Mi cabeza se vencía. Su lengua perforaba y hacía de mi vagina una zona magnética que ya pedía el polo opuesto. Pero no. Me mantuvo entre la vida y la muerte. Negándome lo que más quería. Cuando ya de mi sexo salían chispas, me amordazo con su carne, me torturó. Me dejo muda. Me llevó a hablar con puros mugidos. Resbalé mis labios calientes como aros de fuego y atravesé el puente que me llevaba a la maraña de su vientre. Como maga lo ocultaba y lo aparecía. Su tacto se ha grabado en mi cuerpo que sólo recordarlo aviva lo que de aquello ha quedado. Diario espero que no te pongas celoso. ¿Eh? O debería de decir Diaria, porque estas palabras son caricias lujuriosas para tu piel vegetal. Me gustaría seguir complaciéndote, pero se hace tarde. Julián no tarda y cuanto estoy impaciente no puedo escribir. Otra vez será.
Querido diario:
Te pido mil disculpas por tenerte tan abandonado. Ya sabes que te dejo solito durante un rato…pero sólo es para regresar con más chismes…te van a encantar. Te acuerdas de Julián, el que no paraba de mirarme cuando nos vimos con Rebeca la última vez. Bueno, pues ya lo atrapó la insípida de Pilar. Qué le verá a esa zorra que ya se ha metido a casa de medio mundo. Está llena de estrías y las tetas las tiene como de mandril y no se diga de sus nalgas que todas se le fueron a esas piernas de pavo en engorda que tiene. Como la odio. Pero ya estoy a punto de darle una lección a esa puta esquinera. Hoy justo cuando entraba al departamento. Qué agradable coincidencia me tope con su galán. Y no lo vas a creer…vive tan cerquita que en una de esas me trepo como gata en el tejado y me resbalo directito a su cuarto. Ay diario te imaginas ser recorrida con esas manos como pinzas que aprietan mis muslos y los afirman mejor que cualquier rutina de gimnasio y brincar encima de él debe ser tan energetizante como una sesión de spining. Subiendo la montaña, pedaleando para subir hasta la cima montado en su bicicleta de 15 velocidades. Más despacito, muy muy lento y luego rápido, cambio de velocidad, sí muy rápido y con esfuerzo para llegar hasta la montaña. Ay diario no sé porque te cuento estas cosas. Bueno tú me comprendes y sé que no me juzgas. Qué contenta estoy. Siento que se nos vienes días muy i n t e r e s a n t e s.
Amiga te escribo este mail porque no sé que está pasando. Quién entiende a los pendejos de los hombres. Ahí andan de huele faldas, de baja tangas o eso quisieran y cuando les cumples sus fantasías más se hacen pendejos. No sé que hacer amiga. Ya sabemos que el vanidoso de Julián pela más al espejo que a una. Es que te acuerdas amiga de aquella vez. Qué buenos tiempos. De lo que se está perdiendo. Mira que Roberto no está nada mal. Además su casa de campo está padrísima, pero me da una hueva estar escuchando sus planes entre papeles y oficinas y licenciadillos bofos. Con Julián es diferente además de que me hace hasta morder la almohada siempre me tiene picada con sus misterios. Y aquí entre nos la sabiduría populacha no se equivocó ,eh. Ya les ha visto sus zapatos. Es que el tamaño sí importa. Espero tus sabios consejos. A ver si nos damos una chance para irnos de locas o ya aunque sea para sacarte de tu convento. Me tienes muy olvidada. Pero te quiero por open mind. Chiao.
-¿Qué gúey cómo va la onda con
-Pinche vieja es bien ensimosa. Me cagan las que traes aquí en la pinche oreja zumbándote de pendejadas y preguntas y qué qué hiciste y nos vemos el fin. No no mames, de hueva. Ya ando viendo qué pedo, cómo me safo.
-¡Estás cabrón! Rolala un rato ¿no? Vámonos de fin por ahí güey, de día de campo y nos hacemos unos sandiwich de jamón, yo pongo el chile, tú tu chile pasilla güey o de esos chiquitos güey cómo se llaman, y que ella ponga el relleno. Órale, nomas aguanta un leve.
-Pinche enfermo maniático sexual, qué pedo con
-No mames güey. Pinche puto hablando de esquina. Cuantas viejas ya llevas este mes. ¿Y la teibolera? ¿Y la instructora del gym? ¿Y la amiga de Pilar? No mames güey te la cojiste en el pinche baño de su casa. Es que está biiiiieeennn buuuuena güey. Ches tetotas y un culote ay para cachetearlo hasta hacerlo llorar. Pinches viejas.
Bacante tu lengua saltarina
liba el néctar de la fuente
y en la pira de mi entrepierna baila.